En este episodio de Podcast, Jordi, el director del magazine de Radio Barberà, nos propone un tema que le inquieta, que son los comentarios de los papas con la vuelta al cole. Estos comentarios tan frecuentes que solemos hacer los adultos sobre el regreso a la rutina escolar: “Menos mal que los niños han vuelto al cole”; “3 meses son muchas vacaciones”; “ya necesitan la rutina y la verdad es que yo también!”.
Justamente las habíamos escuchado en el bar esa misma mañana, mientras desayunábamos y preparábamos este episodio.
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¿Qué significan estas palabras? ¿3 meses es mucho tiempo para estar con nuestros hijos? ¿O será que estamos desbordados con la crianza de niños? ¿Es que no toleramos 3 meses de permanencia emocional y física con nuestros hijos? ¿O es que simplemente estos comentarios nos sirven de objeto de conversación en los bares y los supers?
La raíz siempre va a nuestras infancias, asi nos enseña Laura Gutman con el método de la Biografia Humana y asi lo vamos comprobando a diario con las personas que nos consultan.
Si hubiéramos sido sostenidos emocionalmente, tolerados, acariciados, respetados y amados en nuestras infancias de una manera clara y calida, hoy sabríamos tolerar mejor la intensidad de nuestros hijos. Saberiamos permanecer días y días con ellos, haciendo actividades o no haciendo nada, disfrutando del sol, de la playa o de un libro. Es un saber corporal, un haber vivenciado emocionalmente esta presencia, no es un saber que se puede adquirir leyendo muchos libros sobre crianza. Por eso es tan difícil llevarlo a la práctica. Cuando los adultos perdemos la paciencia, nos cansamos y queremos ser satisfechos en nuestras necesidades, olvidamos completamente a nuestros hijos, les gritamos, les faltamos al respeto y los expulsamos de nuestro territorio emocional.
Lo que pasa es que nadie recuerda lo que nos decían nuestros padres en las vacaciones, los sórdidos y crueles comentarios que escuchamos año tras año.
Cuestionarnos como padres que nos lleva a hacer estos comentarios. En que momento nos sentimos desbordados con nuestros hijos; con qué, que antecede ese desborde emocional? Todas estas preguntas son ejercicios que nos recomiendan Magda, Montse y Sofia para ir acercándonos a nuestros hijos.
Lo desconocidos que somos a nosotros mismos, nuestra falta de desconexión con nuestra realidad emocional pasada y presente nos hace distanciarnos de nuestros hijos y no poder tolerar su intensidad emocional.
Lo más fácil y comodo es aparcarlos en las guarderías, escuelas, casas de los abuelos, esplais y extraescolares, a veces con jornadas de más de 7 horas al día.
Y como esos comentarios los solemos decir entre risas y bromas, creemos que los niños no los toman mal, cuando en realidad se les queda registrado en su subconsciente esas palabras, cuyo significado final es que son un lastre para sus familias.
Qué triste!
Podemos incluso cuestionar el porqué tenemos hijos entonces. Una discusión muy compleja…constituimos familia por mandato familiar, por vacío emocional o simplemente porque toca y se nos pasa el arroz? Dejamos para otro programa esta discusión.