En un escenario de desierto hay soledad y sequedad. Mamá no está, papá no está, no pasa nada, no hay palabras. Es un escenario de gran desamparo para un niño crecer en este escenario pues un niño necesita blandura y contención
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No habrá ni subidones ni bajadas emocionales, aquí no habrá ni grandes odios, ni grandes peleas; y lo poco que haya no estará verbalizado el niño tendrá que adivinar que es lo que pasa; no hay cabida para la creatividad y para su expansión.
¿Y cómo sería una madre de este escenario? Seria de una dureza brutal, del tipo de persona a la que tienes que sacarle las palabras con sacacorchos y que no muestran su emocionalidad, no las veremos reír ni llorar son como muy neutras; todo su campo emocional está en la sombra.
¿Y cómo se comporta esa madre en casa? Se comporta con mucha frialdad sobre todo con mucha distancia, mucho aire. Mama y papa nunca discuten, pero tampoco nunca se dan un beso.
El niño puede llegar a entender que no es merecedor de amor, ni merecedor de nada, ¿y qué pasará cuando sale de casa y vea que hay otras familias que se relacionan diferente?
Vera un mundo de colores y emociones que no tuvo él y saldrá al mundo con el aire y la distancia emocional de su escenario, pueden ser niños muy inteligentes, que se suben a la mente y se quedan muy cortados de su emocionalidad.
Puede aparecer el miedo, porque si has vivido en una película en blanco y negro y ves colores, puede aparecer temor sobre como relacionarse con ese caudal de emociones y entonces pueden llegar a hacerse invisible.
De este escenario de Desierto pueden salir diferentes personajes, uno de ellos el cactus, donde ante un caudal de emoción el cactus saca los pinchos para protegerse. No pueden empatizar con el otro fácilmente, pero no significa que no anhelen ese lugar de acercamiento, para salir de la soledad.
Los beneficios que nos puede traer este automático de personaje de cactus es que podemos llegar a pensar que podemos vivir en libertad porque no necesitamos nada ni a nadie y podemos creer esto toda la vida si no llegamos a tener conciencia de dónde venimos y esto puede ocurrir cuando tengamos en nuestras vidas un momento de quiebre o cuando sufrimos un accidente, padecemos una enfermedad o tenemos una pérdida. En cambio, la ventaja del cactus es su resistencia y como contrapartida no sabe lo que es el disfrute de la vida. Estos personajes si llegan a un oasis, van a beber pero no van a descansar debajo de una palmera.
¿Cómo se puede salir de esa distancia emocional para con los otros, de esa invisibilidad, de esa soledad? Para hacerlo hay que darse cuenta de todos los lugares donde somos austeros en el disfrute y solo lo veremos si hacemos un trabajo previo para tomar conciencia de esto. Sería como sacar la cámara fuera de nosotros, hacer un zoom y vernos actuando en cada minuto y ver donde podríamos haber disfrutado y no lo hemos hecho.
Ir pasito a pasito. Ir poco a poco.