El “salvase quien pueda” y el “lobo vestido de cordero”, son ejemplos de posibles escenarios y personajes, no tienen por qué estar relacionados, pero muchas veces lo están. O sea que muy frecuentemente el personaje de lobo vestido de cordero viene de un escenario de infancia al que llamamos “salvase quien pueda”.
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Las imágenes que utilizamos para ambas situaciones son la famosa foto de la niña quemada por el Napalm en la guerra del Vietnam, una niña que huye, o sea alguien corriendo de un lugar donde todo se está quemando. También utilizamos una imagen de bar lleno de gente, donde hay mucho alcohol, movimiento y desborde. En este escenario pasa de todo: mucho chanchullo, droga, alcohol, sexo, violencia, abusos sexuales, falta de cuidados básicos. Pueden ser familias muy numerosas, donde entra y salen mucha gente de la casa. No hay rutinas, no hay horas para comer, ni para dormir, ni de llegar a casa, los niños hacen mucha vida de calle, van todos a su bola. Puede haber falta de comida, de confort en el hogar, de dinero….
La sensación del niño es de supervivencia básica, o como, o soy comido, o mato, o me matan. Una sensación de soledad extrema y de tener que espabilarse para sobrevivir. Aunque una de las imágenes que utilizamos es una niña huyendo del fuego, no deja de ser un escenario donde nadie está encerrado en realidad, pero si, donde hay muchísima libertad. Porque cada uno va a su bola y hace lo que quiere, no hay bordes. Es lo que muestran los libros de Charles Dickens, en especial el de Oliver Twist del que también hay varias películas con esta temática situadas en la Inglaterra victoriana de explotación de los niños por parte de los adultos.
Este escenario suena caótico en una primera descripción, pero es distinto del escenario de caos, que se origina en una figura materna inestable emocionalmente.
Para detectar este escenario hay que indagar mucho, porque ni siempre es visible, ni el consultante tiene la mínima consciencia. Hay un ejemplo de este personaje en el Podcast de Raúl, lo podéis escuchar en el episodio N.º 18 de nuestros podcasts.
Un niño que sale de este escenario en lugar de haber tenido una infancia, es un niño que ha tenido de estar en alerta constante para aprender a defenderse y obtener sus necesidades básicas, o sea que ha tenido la infancia robada. No hay ni una posibilidad de relajarse, de ablandarse, de ser vulnerable, de ser generoso, de pensar en las necesidades de los demás. Este niño no puede desarrollar estas habilidades porque tiene miedo de no poder sobrevivir, de que alguien va venir y robar lo poco que tiene. De este escenario sale un personaje activo y muchas veces sale el personaje de “lobo vestido de cordero” .
Este escenario de infancia no se puede cambiar, solo tomar consciencia para no repetirlo. Porque este tipo de escenarios se vuelven a repetir es como que si tuvieran una atracción fatal. Por este motivo, suelen encontrarse en contextos similares al de su infancia, contextos de mentiras, chanchullos, sexo, drogas, alcohol y violencia. Se suelen emparejar con alguien similar, que se mueve bien en estos medios. Son personas que han aprendido a sobrevivir y salvarse a cualquier coste y esto les hace desarrollar una gran astucia, estrategia, manipulación, seducción, amabilidad, habilidad social, les cuesta ser claros y nunca van de frente.
Son los personajes que más cuestan de ver en terapia, porque te venden la cara de cordero primero, o sea alguien muy generoso y amable, porque siempre dice que quiere salvar y entra ofreciendo algo. Pero ese ofrecimiento es para conseguir algo de ti, siempre. A este personaje le salen bien las cuentas, o sea el esfuerzo es fácilmente recompensado porque sienten que consiguen cosas. Los beneficios son muchos para estas personas, porque su avidez les hace buscar mucho y conseguir. Sin embargo, este perfil también pierde en profundidad y en establecer vínculos genuinos, pero no se da cuenta. No tiene registro todo lo que pierden porque las personas cuando los ven se alejan de ellos y tampoco tienen tanta ganancia, aunque piensen que sí.
Como vienen de un escenario tan carente, la avidez y el hambre es tan grande que les domina y van por todas. Esto es lo que valoran, obtener algo, sea lo que sea.
Por supuesto que estas características del “lobo vestido de cordero” también tienen sus ventajas en algunos contextos de la vida, o sea que no todo es malo. Por ejemplo, la creatividad, astucia, estrategia e inteligencia, el poder ver más allá, la libertad y el hecho de nunca ahogarse en un vaso de agua, van bien en algunas situaciones de la vida y los ayudan. Pero en las relaciones personales y a largo plazo se hunden, porque no se vinculan desde el corazón. Lo sienten peligroso.
El trabajo con este personaje, seria poner la astucia y sus otras habilidades a favor de los demás, ofrecer genuinamente al otro sin esperar recibir nada a cambio.